SOMBRAS DEL IMPERIO: EVOLUCIÓN

Portada americana del tomo recopilatorio Shadows of the Empire: Evolution 
Hace unos días publiqué una entrada dedicada a "Sombras del Imperio" explicando algunos detalles del proyecto que Lucasfilms llevó a cabo en 1996 y que en resumen se trataba de tantear el terreno para ver cómo la gente reaccionaría ante un evento relacionado con Star Wars pero sin una película de Star Wars; es decir, que contaría con la publicidad, cómics, novela, banda sonora, videojuegos, juguetes y todo lo que rodearía normalmente a un estreno cinematográfico de un nuevo episodio de la saga galáctica, con el objetivo de estrenar al año siguiente las ediciones especiales de la trilogía original.
Un proyecto de tamañas proporciones no podía dejar de tener una secuela para aprovechar el filón que "Sombras del Imperio" supuso en su momento.



Portadas originales de Shadows of the Empire: Evolution

Dicha secuela, "Sombras del Imperio: Evolución", tan sólo apareció en formato de comic book y simplemente se trataba de seguir la historia de uno de los personajes más intrigantes de la primera parte: la réplica humana llamada Guri, un androide con aspecto de mujer tan bella como letal.

"Sombras del Imperio: Evolución" transcurre prácticamente tras lo ocurrido en la novela "La tregua de Bakura" (muy poco después del Retorno del Jedi). La organización criminal Sol Negro se haya sumida en el caos tras la aparente muerte de su líder, el príncipe Xizor. La ayudante de éste, la androide Guri, trata de encontrar de alguna manera la redención por todas las fechorías cometidas en nombre de su antiguo señor. Para ello, deberá encontrar a un neuroprogramador que logre atravesar su intrínseca red de circuitos interna y reprogramar al androide para acercarlo más a lo que ella desea ser: un ser humano.



Las chicas son guerreras
Pero no será una tarea fácil. Guri, puesto que fue la principal ayudante de Xizor, posee secretos del Sol Negro codiciados por dos señores del crimen que emprenderán una carrera por la captura del androide y la revelación de la información necesaria para ocupar el puesto del fallecido Xizor.
Por otra parte, los héroes de la Alianza Rebelde tratan de ponerse en contacto con el Sol Negro para intentar establecer un pacto con el fin de evitar una guerra entre los vigos, los lugartenientes de Xizor, por el control del Sol Negro y que podría causar miles de muertes inocentes en el fuego cruzado.
Todas estas situaciones desembocarán en el enfrentamiento de nuestros héroes (esta vez, con Han Solo de vuelta) contra la falleen Savan, sobrina secreta de Xizor, que pretende ocupar el puesto de su tío. Guri y los rebeldes deberán unir sus fuerzas si no quieren que la despiadada y cruel Savan ostente el mando de la organización criminal más poderosa de la galaxia.


Savan, posee la habilidad de su tío para atraer miembros de especies humanoides mediante la liberación de feromonas. Pondrá en un apuro a Han Solo delante de Leia.

Publicado en 1998 y escrita por el mismo encargado de la novelización de la primera parte, Steve Perry, lo cierto es que el cómic no es nada del otro mundo y carece del atractivo que su predecesora tenía. Es una historia muy lineal y parece que haya sido simplificada para que el lector pueda entender mejor el desarrollo de la trama. 

Las hermanas Zu y Zan Pike, presentadas en la novela original, son mercenarias y maestras del Teräs Käsi (una disciplina de combate sin armas). Su misión será atraer a Guri  a una trampa para ser reprogramada por un Jefe del Crimen Organizado. Guapas y letales.

No obstante, a pesar de ser inferior a "Sombras del Imperio", lo cierto es que se deja leer, y apoyado con un dibujo bastante aceptable a manos de Ron Randall, "Sombras del Imperio: Evolución" es una obra digna de Star Wars en lo que a entretenimiento se refiere. 

Y el motivo de esto son los personajes.

Han, las hermanas Pike no liberan feromonas. Viejo zorro.
Han Solo y su humor socarrón vuelven a estar presentes y Lando Calrissian es su perfecto acompañamiento. Impagable la conversación que mantienen los dos ex contrabandistas cuando comentan de pasada, y de manera despreocupada, la posibilidad de que el Halcón Milenario se caiga a pedazos ante la mirada preocupada de Luke, Leia, Chewie, C3PO y R2 justo cuando la nave está a punto de entrar en el hiperespacio. Momentos como éste se repiten esporádicamente en el cómic y te hacen pensar que estás viendo una historia de Star Wars clásica, amena y entretenida, capaz de arrancarte una sonrisa, huyendo de ese humor tosco y payasil que caracteriza a Jar Jar Binks (aunque hay que decir que cuando este cómic se publicó, el Episodio I aún estaba en su fase de postproducción y todavía no había sido estrenado).

Por otra parte, vemos la relación de Han y Leia descrita quizá en un tono demasiado infantil debido a los celos tontos de Leia pero que no son significativos puesto que los dos saben que están hechos el uno para el otro. 

Aquí Luke Skywalker se nos presenta como un Jedi hecho y derecho (aunque en realidad, él sabe que todavía le queda mucho camino por recorrer) pero ya ha aprendido la virtud de la paciencia y su afinidad con la Fuerza aumenta a pasos agigantados. 
Han Solo. Contrabandista, piloto, héroe rebelde... y troleador.
Por último, se nos revela una pequeña sorpresa al final del relato para deleite de algunos y disgusto de otros.

En resumen, lo más positivo de este cómic puede concretarse diciendo que el ver a nuestros héroes favoritos en una aventura que desconocíamos siempre es una experiencia bienvenida a pesar de que la sombra (nunca mejor dicho) de su predecesora es demasiado alargada. 

Hace poco Planeta DeAgostini publicó esta historia en el Omnibus recopilatorio de Sombras del Imperio, en mi opinión una adquisición obligatoria para todo fan de Star Wars que no pudo comprarse el cómic original editado por Norma y cuya secuela, a pesar de no estar a la altura, resulta un complemento de lo más entretenido.


Que la Fuerza os acompañe... siempre.

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