Jar Jar Binks y las nuevas generaciones

El “Salón del cómic de Alicante” ha sido una gran oportunidad para tantear cómo es la afición de Star Wars en Alicante y yo, personalmente, me he llevado una sorpresa. 
Estuve todo el domingo con nuestro trivial made in Supervivientes de Endor, “la carrera Kessel” y la gente que se acercó a probar era de todo tipo. Siempre hemos pensado que la trilogía original era algo de aficionados más maduritos y las precuelas estaban dirigidas a un público más joven (lo cual no discuto). Sin embargo, también creíamos que Jar Jar Binks iba a encantar a los niños y cuál ha sido mi sorpresa  cuando he comprobado que la mayoría de los niños que hacían el trivial ¡no sabían quién era! Eran capaces de responder otras preguntas tanto de las precuelas como de la trilogía original pero no conseguían responder a la pregunta “¿cómo se llama el gungan que encuentran Obi wan y Qui-gon Jinn en Naboo?”. A algunos, para ayudarles, incluso les enseñaba la foto y sí, sabían reconocerlo pero no cómo se llamaba.





Recuerdo que cuando se estrenó el Episodio I no acabábamos de entender qué tipo de personaje era Jar Jar Binks y por qué George Lucas había decidido incluirlo entre los protagonistas. La única explicación que encontrábamos era que quería  hacer un personaje que gustara a los niños. Después del chaparrón que recibió por parte de los aficionados, su presencia en el Episodio II fue mucho menor y en el Episodio III casi desapareció, o eso me pareció a mí.

El caso es que, más de 10 años después, tengo la sensación de que es un personaje que no ha calado en la nueva generación de (pequeños) aficionados. Quizá esté equivocado pero pasaron muchos niños por nuestro stand y, mientras eran capaces de contestar a otras preguntas de ambas trilogías, no sabían el nombre del pobre gungan. Eso sí, estos mismos niños parecían disfrutar mucho con el juego que nuestro amigo Arbúes creó para las convenciones en las que hemos participado: dispara al gungan.


Por supuesto, ésta es sólo mi opinión y no pretendo sentar cátedra. ¿Qué opináis vosotros?

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